miércoles, 24 de abril de 2013

A leer


Con un día de retraso, pero más vale tarde que nunca ... ayer fue el día del libro ... aunque todos los días deberíamos celebrarlo, tener un libro cerca es sin duda las mejores de las compañías.

El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes y Shakespeare. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores.

Un gran compañero, un amigo ... leer lleva a soñar, navegar por mundos desconocidos, descubrir sensaciones, emociones, reír a carcajadas o llorar desconsoladamente ... sentir que todo es alcanzable, dar alas a la imaginación y soñar, soñar, soñar ...

Todavía recuerdo mi primer libro, mi cara al contemplarlo, mi entusiasmo cada vez que pasaba una página, leer hasta las tantas de la madrugada queriendo saber más y más, el pellizco en el estómago ante la intriga de una buena historia.

Gracias a ellos he conocido muchos lugares, culturas, historias y a grandes personajes que han formado un poquito de mí y me han capturado. Es el placer de leer, dejarse llevar por cada una de sus letras, páginas e historias que cuentan.

El libro habla, te llama, lo escuchas y te conquista ... 

Por eso hoy rindo homenaje a todos los escritores y escritoras que se lanzaron a la aventura dispuestos a "enamorar" al público.

En toda España se celebró este día así que os dejos unos enlaces donde encontrar más información:


Sed felices y a leer

domingo, 7 de abril de 2013

Y vuelvo ...

No prometo nada, prefiero no hacerlo. Pero después de mucho aquí estoy ... he terminado de hacerle una redacción a mi hermana y he sentido la necesidad de volver y escribir.

Me quedo con una frase,  hoy es tiempo de soñar ... quizás no vivamos los mejores tiempos, ni la situación en la que nos encontramos nos invite a sonreír pero lo cierto es que siempre, siempre queda la esperanza, sí esa que brilla, aunque sea un poquito,  en medio de la oscuridad, de los agobios, de las prisas ... esa es sin duda la mejor señal de que todo puede cambiar.

Con un clik, una pausa en medio de la tormenta para observar que  por muy oscuro que pareza todo siempre sale el sol. Sí ese grande y "amarillo" que en esta primavera que comenzó hace unas semanas empieza a asomar aunque es cierto que a veces algo tímido.



Por eso yo elijo soñar


Sed felices