Llevaba toda la semana con un lápiz en la mano, andaba pensativo dando vueltas por el hogar, el tres de enero cogió un papel y se sentó en la mesa. Con la mirada perdida en el infinito, Mateo comenzó a escribir:
Queridos Reyes Magos:
Este año sólo quiero una cosa, un papá y una mamá. Se que es difícil, que hay muchos niños en el mundo y que tenéis mucho trabajo, pero prometo, prometo que si me regaláis lo que pido me porto muy bien el año que viene. Si no podéis no os preocupéis seguro que algún niño lo necesita más que yo.
Un beso grande
Cuando terminó sonrió, suspiró y dobló cuidadosamente la carta, la guardó en un sobre azul y la dejó encima de la mesa. Cogío su lápiz, le sacó punta y lo metió en el cajón de su mesita de noche, cuando lo cerró dijo: “ hasta el año que viene, volveremos a intentarlo”.
Mateo sabía que era difícil, era huérfano llevaba 7 años en el hogar de acogida y la posibilidad de encontrar una familia era complicado.
Llegó el día de Reyes, todos sus compañeros bajaron corriendo las escaleras, allí estaban todos los regalos.
Mateo no encontraba el suyo, se fue a la entrada del hogar, observando a sus compañeros con una sonrisa. Permaneció allí toda la mañana, toda la tarde.
Los compañeros jugaban con sus regalos, gritaban y corrían; Mateo sólo sonreía de pie en la entrada del hogar. Pasaron un día, dos, una semana … y continuaba allí, de pie, esperando.
Los compañeros jugaban con sus regalos, gritaban y corrían; Mateo sólo sonreía de pie en la entrada del hogar. Pasaron un día, dos, una semana … y continuaba allí, de pie, esperando.
Un día se le acercó un compañero y le dijo: “que tonto eres Mateo, se han olvidado de ti, llevas tres años sin regalo, nunca lo tendrás, ¿no ves que es imposible?”, Mateo lo miró y sonrió.
Dos semanas después, Mateo estaba en el cuarto, acostado en su cama con fiebre.
LLamaron a la puerta y se sobresaltó, entró en la habitación un compañero con una caja dorada y un lazo rojo; dijo: “Mateo esto es para ti”.
Mateo se levantó corriendo cogió la caja , la abrió, había una carta y leyó:
Querido Mateo:
Perdona la tardanza, nos ha llevado mucho tiempo dar con tu regalo.
Tenía que ser perfecto, como tu te mereces. Gracias por esperar querido amigo, y sobre todo por confiar en nosotros.
Después de tres años hemos encontrado lo mejor para ti. Ha pasado todo este tiempo porque queríamos que comprendieras que todo tiene su tiempo y su momento. Y el tuyo ya ha llegado.
No pierdas nunca la esperanza ni esa sonrisa que has mantenido durante estas dos semanas.
Ahora cuidaté de ese resfriado, volveremos el año que viene.
Cierra los ojos Mateo.
Los Reyes Magos.
Mateo se puso nervioso, cerró los ojos con fuerza y sintió que alguien le tocaba el hombro y una voz de mujer le decía “cariño, aquí estoy”
El niño vio a sus nuevos padres delante de él, sonreían, el corrió y los abrazó.
Mateo tenía lo que había soñado durante todo su vida “una familia”.
por: Ana
Me gustaría recordar a personas anónimas que reparten mucho de lo poco que tienen, en la sombra y en silencio. Son estos hombres y mujeres los que devuelven la esperanza.
Es una época para compartir para soñar, pero sobre todo para volver a creer, recuperar la inocencia y esperar, esperar …
La Navidad es época de esperanza, sueños, ilusiones, solidaridad ... ¿qué tendrá la navidad que saca lo mejor de las personas? ¿por qué es la época del año en la que dejamos de mirarnos a nosotros mismos y pensamos un poco más en los demás? ¿que tendrá la navidad?
FELIZ NAVIDAD
¡Gracias y sed felices!
